El pasado viernes se informó que el guerrillero alias Iván Ríos había sido dado de baja. Aunque fuimos muchos los que creímos que se trataba de otro golpe del ejército, se supo más adelante que el responsable de esta baja era justamente su jefe de seguridad.
El guerrillero, alias Rojas, se entregó el viernes al ejército, se desmovilizó, confesó el asesinato de su jefe, dio información sobre el lugar donde estaba el cuerpo y llevó consigo varias pruebas de la muerte: documentos de identidad, un computador y la mano derecha del líder abatido.
Sobre Ivan Ríos se anunciaba una recompensa de 5.000 millones de pesos. La duda actual es si se debe pagar la recompensa a alias Rojas o no. Por un lado, se trata de un delito y por el otro sería un mecanismo para motivar a otros guerrilleros a entregarse y dar información sobre el paradero de sus cabecillas. Pero no es tan fácil decidir...
El Estado no puede salir a incentivar que algunas personas den de baja a otras por buscar una recompensa monetaria. Esta mañana decían en una emisora radial que esto sería aceptar el establecimiento de una pena de muerte de facto. Sin embargo, a mi me surge una duda a este respecto, pues para las FARC la pena de muerte es cosa de todos los días. De hecho, alias Rojas dice que una de las motivaciones para asesinar a Iván Ríos fue el hecho de estar seguro de que lo iba a fusilar. Entonces: Si un guerrillero se encuentra en la ilegalidad, viviendo bajo las normas de las FARC o de cualquier otro grupo irregular, y comete allí un asesinato, no debe tenerse en cuenta que para él el marco legal era otro en el momento de delinquir? Seguramente, los juristas dirán que por ser un grupo al margen de la ley no se pueden desligar de la ley colombiana, pero a mi me parece que la realidad para estos guerrilleros es otra, su ley es diferente y su normativa es la que les impone el comandante de su grupo.
Iván Ríos murió en su propia ley. Creo que aplica textualmente el dicho en este caso. Rojas lo traicionó, pero podría alegar legítima defensa, pues su jefe lo pensaba fusilar (no es eso también un asesinato?, no es eso una pena de muerte?) La realidad de los guerrilleros que están en el monte es diferente a la de los demás colombianos y en mi concepto debería tenerse esto en cuenta al momento de juzgarles.
Yo soy partidario de que se pague la recompensa. Rojas tendrá que responder por todos sus crímenes en el marco que establece la ley, es decir dentro de la ley de justicia y paz. Pero no pagarle sería un golpe contra la moral de los guerrilleros que a raíz de este hecho están pensando que la desmovilización es un camino y que pueden delatar a sus jefes.
lunes, 10 de marzo de 2008
Recompensa para Alias Rojas
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