sábado, 9 de agosto de 2008

Una experiencia docente

En las últimas semanas he discutido con varias personas algunas
particularidades de la docencia universitaria. Hay un tema especial
que llama la atención y es lo relacionado con el uso de Internet en
los trabajos que los estudiantes realizan y más aun el hecho de
presentarle a los profesores trabajos "sacados" de Internet sin las
debidas referencias bibliográficas para acreditar la autoría de los
enunciados incluídos.

Como experiencia personal, mientras adelantaba mis estudios de
Maestría, en una materia tuve la vivencia de que un par de profesores
calificaran con 0 un trabajo que presentamos unos compañeros y yo por
una omisión al incluir la bibliografía. El impasse implicó presentar
muchas explicaciones a los maestros, pero a todos nos dejó como
lección que no se debe entregar un trabajo o una tarea sin darle a los
créditos merecidos a los autores o a los sitios de donde se extrajo la
información.

Ahora bien, los estudiantes colombianos y en especial los antioqueños,
son poco cuidadosos al momento de acreditar el trabajo de otros. ¿Por
qué? Pues mi respuesta apunta a responsabilizar a los mismos docentes,
quienes por la pereza de verificar las fuentes de sus alumnos cuando
se sientan (nos sentamos) a calificar. Es cierto que del ejercicio
docente lo único tedioso es la calificación de trabajos, exámenes o
similares. Pero sólo cuando los docentes tomemos conciencia de lo
importante que es educar de manera integral a nuestros alumnos,
lograremos preparar a los profesionales o especialistas que la patria
necesita.

Mi llamado a los demás docentes es a que comencemos a aplicar lo que
predicamos, que seamos exigentes al momento de validar que
efectivamente fueron nuestros alumnos los que hicieron su trabajo y
que las opiniones que leemos son las de ellos y no las de un
ciber-tercero.